Todos Aman a Caprichoso Caótico

El Caprichoso Caótico, desvelado y frustrado, se levantó de su bella y enorme cama imperial, y en la obscuridad de su palacio, fué a buscar a su malconsejero, el virrey Raspabarbas, y le pregunto: ¿son mentiras que no todos me aman, verdad? Raspabarbas le dijo: ¡tranquilo mi rey! Son noticias falsas las que dicen que no lo quieren. ¡Toditos lo quieren! ¡Las aves en el cielo, los peces en el mar, las bestias terrestres, hasta los pingüinos de Madagascar lo aman!
Al no estar convencido, con su smartphone, y usando los pequeños dedos de sus pequeñas manos, llamo al General Garrasflacas, el director de su desconsejo nacional de inseguridad y le pregunto: ¿son mentiras que no todos me aman, verdad? Garrasflacas le dijo: ¡tranquilo mi rey! Son noticias falsas las que dicen que no lo quieren. ¡Toditos lo quieren! ¡Las aves en el cielo, los peces en el mar, las bestias terrestres, hasta los pingüinos de Madagascar lo aman!
Todavía no quedaba satisfecho, y en la obscuridad, llamo a su directora de desinformación, la Señora Bocatuertas, y le pregunto: ¿son mentiras que no todos me aman, verdad? Bocatuertas le dijo: ¡tranquilo mi rey! Son noticias falsas las que dicen que no lo quieren. ¡Toditos lo quieren! ¡Las aves en el cielo, los peces en el mar, las bestias terrestres, hasta los pingüinos de Madagascar lo aman!
Caprichoso Caótico, furiosamente escribiendo en el Twitter con sus pequeños dedos reclamó: ¡son mentiras que no todos me aman! ¡Son noticias falsas las que dicen que no me quieren! ¡Toditos me quieren! ¡Las aves en el cielo, los peces en el mar, las bestias terrestres, hasta los pingüinos de Madagascar me aman!